Buenos Aires Sub Hern谩n Vera Alvarez
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鈥淢e cog铆 a un tipo que me levant茅 en el subte鈥�. Uno de los inicios m谩s bellos de la Lit Argentina.
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Salvo un recuerdo, una visi贸n borrosa de la ni帽ez, reci茅n a los 20 a帽os empec茅 a viajar en subterr谩neo por Buenos Aires. De todos los medios de comunicaci贸n, el caminar es mi preferido (驴acaso hay mejor manera de leer y escribir?).
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En la Lit Argentina hay escaso subte. S铆 taxi, poco auto (o autom贸vil, pero nunca 鈥渃arro鈥�), algo de trenes, y tal vez remises. El avi贸n todav铆a es un lujo para los argentinos, y la mayor铆a de los escritores del pa铆s son de clase media (de all铆 que abunde la literatura fant谩stica, en palabras de Miguel Briante).
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Osvaldo Lamborghini escribe en El ganador 鈥渃oj铆鈥� y no 鈥渃og铆鈥�. 鈥淢e coj铆 a un tipo que me levant茅 en el subte. Era un homosexual blandito como manteca y fuimos a un hotel de Leandro Alem que 茅l conoc铆a. Era desconfiado, receloso, pero igual babeaba de gusto鈥�.
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On the future: Estaci贸n Sarmiento. Estaci贸n Borges. Estaci贸n Arlt. Estaci贸n Lamborghini. Estaci贸n Gombrowicz. Estaci贸n Sur.
Estaci贸n Macedonio.
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El subterr谩neo nunca me interes贸 hasta los 20 a帽os. Tampoco lo que podr铆a ocurrir bajo tierra. Lo que ve铆a en la superficie me parec铆a a煤n interesante.
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La red de subterr谩neos de Buenos Aires tiene seis l铆neas: A, B, C, D, E y H.
Mi preferida: ninguna.
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En estos a帽os le铆 una noticia que informaba que a un joven militar le hab铆an robado su iPad (cometi贸 la ingenuidad de mostrar su chupete electr贸nico en un pa铆s donde comprar uno equivale a varios salarios). El muchacho sali贸 a perseguir al ladr贸n y 茅ste lo tir贸 a las v铆as del subterr谩neo, donde falleci贸 de inmediato.
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La ciudad de Par铆s siempre ha sido un suburbio de la Lit Argentina. La lista de escritores que vivieron (o fallecieron), o se expresaron en una segunda lengua, es decir el franc茅s, es demasiado extensa. Una de las paradas de la L铆nea 1 del metro de Par铆s se llama 鈥淎rgentine鈥�. En 1948, cuando Evita Per贸n viaj贸 a Francia, el gobierno decidi贸 cambiar el nombre (antes se llamaba 鈥淥bligado鈥�) como una forma de agradecimiento por la ayuda de comida que la Argentina envi贸 a ese pa铆s durante la post guerra.
Que yo sepa, no hay ninguna estaci贸n en Buenos Aires que se llame Francia.
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El subterr谩neo de Buenos Aires en verano es un infierno moderno.
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Joseph Mengele sal铆a de su trabajo en el centro de Buenos Aires 鈥搖n respetado laboratorio suizo-alem谩n鈥� y tomaba el subte en estaci贸n Catedral para bajarse en Palermo. En un bar de Puente Pac铆fico se juntaba con el viejo camarada Adolf Eichmann. Entre medialunas y caf茅s con leche planeaban el Cuarto Reich. Por esa 茅poca 鈥揻ines de los 鈥�50鈥� un muchacho triste de ascendencia italiana llamado Jorge le铆a un libro de H枚lderlin mientras hac铆a el mismo recorrido. Ahora vive en Italia y se hace llamar Francisco I.
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Habr铆a que hacer una estaci贸n C. E. Feiling. La gente dir铆a 鈥渂aj谩te en la Feiling鈥� o 鈥渂aj谩te en la CEF鈥�.
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A los 20 a帽os consegu铆 por primera vez un trabajo 鈥渟erio鈥� (era empleado en una oficina del centro). Mi madre estaba contenta de ver a su hijo de saco y corbata (y afeitado).
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El subterr谩neo es un lugar extra帽o, sucio, alienante.
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La l铆nea A tiene vagones de madera, muy viejos, llamados La Brugeoise. Se importaron de B茅lgica en el a帽o 1913.
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En el tabular de Google: subterr谩neo Buenos Aires: fantasmas en el subte de Buenos Aires
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(A la hora de escribir este texto me entero que los coches La Brugeoise luego de 99 a帽os de servicio fueron retirados en el 2008).
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El subterr谩neo es cocain贸mano; el colectivo marihuana.
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Dur贸 poco la alegr铆a de mi madre: a los tres meses me echaron de la oficina. Nunca m谩s, ni en Argentina, M茅xico o Estados Unidos he tenido que trabajar con saco y corbata. Pero recuerdo muy bien las caras grises de porte帽os grises transpirando a las seis de la tarde, de vuelta a sus casitas burguesas. Cada vag贸n perfumado con olor a transpiraci贸n. Olor a chivo. Chivo.
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Chongos.
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Durante la adolescencia viv铆 en casa de una t铆a en La Plata, una ciudad sin subterr谩neo. A la madrugada pasaban un programa de radio de nombre 鈥淓l subte鈥�. El muchacho que lo conduc铆a tartamudeaba, se equivocaba al leer. Era un placer escucharlo, hac铆a causa en su cruzada por tener una mala carrera en el 茅ter.
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Como en el hospital, lo primero que sentimos al entrar en el subterr谩neo es su olor.
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En el subterr谩neo tambi茅n hay mucho silencio, apenas cortado por el chirrido met谩lico de los rieles.
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En la d茅cada del 鈥�80 a los grupos del underground de Buenos Aires la prensa las catalogaba de 鈥渂andas subtes鈥�.
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En la d茅cada de los 鈥�90 鈥損ensemos que todo cambia鈥︹�� los m煤sicos del subte eran mal铆simos.
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Wikipedia:
鈥淟a l铆nea A es una de las seis l铆neas del Subte de Buenos Aires, abierta al p煤blico el 1掳 de diciembre de 1913, convirti茅ndose as铆 en la primera de toda Am茅rica Latina, el hemisferio sur y todos los pa铆ses de habla hispana. Se extiende a lo largo de 9,7 kil贸metros entre Plaza de Mayo en el barrio porte帽o de Monserrat y San Pedrito en el barrio porte帽o de Flores鈥�.
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Encyclopaedia Britannica:
Buenos Aires has Latin America鈥檚 oldest subway system; its first line opened in 1913. The subway was designed to accommodate the city in the mid-20th century, but its adequacy for a modern, bustling metropolis had diminished toward the end of the century.
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Por aquellos a帽os se me dio por sacar fotos por la ciudad. Quise hacerlo en el subterr谩neo y alguien de seguridad me dijo que estaba prohibido. Cuando el tipo se fue, lo hice.
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Por aquellos a帽os tambi茅n una compa帽era de trabajo (en esa horrenda oficina) me coment贸 que hab铆a visto a Bioy Casares en el subte, algo que, a煤n hoy, no lo creo.
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Gombrowicz tomaba el subte todos los d铆as, desde 1947 a 1955, para ir a trabajar al Banco Polaco de Buenos Aires.
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鈥淧arada Carlos Gardel, es la estaci贸n del Abasto,
Sergio trabaja en el bar en la estaci贸n del Abasto,
Piensa siempre m谩s y m谩s, ser谩 por el aburrimiento.
Subte L铆nea B y yo me alejo m谩s del cielo,
Ah铆 escucho el tren, ah铆 escucho el tren,
Estoy en el subsuelo, estoy en el subsuelo鈥�
Luca Prodan.
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Que recuerde, en ning煤n texto de Borges aparece el subte de Buenos Aires.
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Placeres urbanos: leer en el subte.
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Gombrowicz con alg煤n joven conscripto de rostro aindiado sentados en un vag贸n de la l铆nea A.
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Cort谩zar es el escritor argentino (ok, naci贸 en Bruselas鈥�) que m谩s nombra subtes en su obra. A veces le dice 鈥渕etro鈥�. El cuento 鈥淭exto en una libreta鈥� sucede en la l铆nea A de Buenos Aires.
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Si no es por alguna huelga, o cosas por el estilo, los diarios de la Argentina se ocupan poco y nada de lo que sucede en las l铆neas del subterr谩neo de la ciudad. Es dif铆cil que haya suicidios (en ese sentido, el tren sigue siendo el transporte m谩s eficaz y seguro para terminar con la existencia) o que suceda lo que a menudo ocurre en los andenes del subte de New York: que un loquito tire a alg煤n ciudadano a las v铆as.
(salvo la noticia del muchacho del iPad)
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鈥淓n Inglaterra y Estados Unidos, las correspondencias se llaman cambios, y en mi pa铆s combinaciones. Cualquiera de las tres palabras contiene cargas an谩logas, insin煤a mutaciones, transformaci贸n, metamorfosis鈥�. (鈥淏ajo nivel鈥�, JC)
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Estos apuntes sobre el subterr谩neo de Buenos Aires son del siglo XX. En los primeros meses del XXI me fui de la Argentina y hasta el momento, no he tenido la oportunidad de viajar de nuevo.
*texto incluido en la antolog铆a Los topos mec谩nicos (editorial 脥gneo)
(ap/ Jorge Majfud)